La historia de Starbucks, no es una; sino la suma de muchas otras historias. Como una cajita que oculta múltiples sorpresas curiosas. Por ejemplo, está la historia del nombre de la marca. También la historia de su símbolo, esa peculiar sirena de dos colas que hoy es elemento identificador de Starbucks.
Además, están los ‘misterios’ o peculiaridades que esconde el diseño de logo. Y por supuesto, la reciente historia de ‘Starbucks a la rusa’.
Todo ello sin olvidar la historia de la experiencia Starbucks. Es decir, cómo una franquicia de cafeterías puede llegar a generar toda una pléyade de feligreses en torno a lo que ellos denominan ‘cultura del café’. ¿Cómo se consigue? Síguenos y te contamos.
Historia de Starbucks: los orígenes
Primero, tenemos que viajar hasta 1971 para conocer los orígenes de la marca. Ese año abría sus puertas el primer local, en el histórico Pike Place Market de Seattle. Los propietarios en aquel momento eran Gerald Baldwin y Gordon Bowker, junto a Zev Siegl.
Bajo su propósito de ofrecer los mejores cafés del mundo recién tostados con granos enteros, Baldwin y Bowker se habían granjeado un pequeño nicho de mercado.
Habría que esperar hasta 1981, a la llegada de Howard Schultz, para ver el impulso definitivo que llevó a Starbucks hasta ser la marca que reúne millones de entusiastas en todo el mundo. ¿Cómo lo consiguió? Te contamos.
Cuenta la leyenda que, cuando Schultz probó su primera taza de «Sumatra» en una cafetería Starbucks, el flechazo fue inmediato. Un año después, en 1982, se incorpora a la empresa. Pero el año decisivo fue 1983, durante una visita a Milán.
En Italia, Schultz tuvo una revelación. Allí vio el contacto personal que se establecía entre vendedor y usuario, y también entre quienes compartían y disfrutaban de ese momento con una buena conversación. Es decir, comprendió la importancia que tiene la cultura del café.
Desde entonces, su objetivo fue forjar ese vínculo usuario-marca; transformar Starbucks en una experiencia para los amantes del café, una copia muy similar a la italiana.
Sin embargo, la historia de Starbucks no acaba ahí. Baldwin y Bowker no compartían con Howard Schultz la misma visión de lo que debía ser la marca. En un tira y aloja, Schultz llegó a fundar su propia cafetería, Il Giornale, hasta que finalmente, en agosto de 1987, compró Starbucks por 3,8 millones de dólares.
A partir de entonces, Schultz se convirtió en director ejecutivo de Starbucks Corporation. Y en 1992, la empresa empezó a cotizar en NASDAQ (lástima, Baldwin y Bowker).
Schultz trasladó la tradición de los cafés italianos a lo que ahora coloquialmente se llama after work. Ese lugares de tránsito intermedio entre el camino a casa y el espacio trabajo. Un espacio de conversación e intercambio.
Evolución del logo y la sirena de Starbucks
En la primera versión del logo, vigente entre 1981 y 1987, vemos claramente una ilustración es muy primitiva y ornamentada, como tallada en madera. De ahí su color marrón. Los trazos son muy similares a los grabados medievales del siglo XXV.
Esta versión monocroma ya mantenía el forma circular actual. Constaba de una insignia circular monocromática con la marca denominativa en una tipografía sans-serif simple y moderna, alrededor del perímetro de la sirena de dos colas. En la inscripción alrededor, también se podía leer «Coffee Tea Spices».
Posteriormente, en 1987 con Howard Schultz completamente a las riendas de la marca, llegó el primer rebranding de Starbucks. El logo adquirió un aspecto más pulido y corporativo. Con dos cambios especialmente notorios: primero, el color marrón cambió al verde Starbucks, acompañado del negro.
Y los rasgos de la sirena fueron notoriamente simplificados y suavizados. La inscripción también fue simplificada, y junto al nombre de la marca solo se leía «Coffee», sin «Tea», ni «Spices», además de incuir dos estrellas a los laterales.
La tercera versión del logo llegó en 1992, el año en que Starbucks empezó a cotizar en NASDAQ. A nivel visual, el logo mantenía los elementos principales, con la diferencia en que la sirena ampliaba su tamaño. Y el verde, tenía un tono más profundo.
La última versión del logo es la de 2011. Aquí llega un importante cambio, ya que la marca denominativa desaparece y tan solo queda la sirena de dos colas como elemento identificador de la marca.
Posteriormente, en 2019 salió la guía de estilo, donde bajo el título «visión general de cómo cobra vida la marca Starbucks» salían a la luz algunos interesantes aspectos del sistema de marca: logotipo, la paleta de color primaria (en verdes) y secundaria, las tres tipografías corporativas (Sodo Sans, Lander y Pike) e ilustraciones distintivas, entre otros activos de la marca.
Otras 5 curiosidades sobre la historia de Starbucks y su sirena de dos colas
¿Qué significa el nombre de Starbucks?
Uno de los datos más curiosos es el naming. ¿Quién acuñó el nombre? Lo desconocemos. Pero sí sabemos que el nombre de Starbucks tiene su origen uno de los grandes títulos de la literatura.
Nunca mejor dicho, porque viene prestado de la novela Moby Dick, de Herman Melville. Una historia que evocaba al mar, las leyendas que oculta y la tradición marítima de los primeros comerciantes de café. Y que encajaba como un guante.
¿Por qué el logo Starbucks es una sirena de dos colas?
La versión original de la sirena de dos colas de Starbucks data desde los inicios de la cafetería, en 1971. No se sabe quién fue el autor, pero lo que sí está claro es de donde tomó la inspiración.
La sirena de dos colas tiene una amplia tradición mitológica en la tradición celta (más adelante te contamos más detalles). De nuevo, como en el nombre, Moby Dick, encontramos una historia basada en la literatura, pero en este caso medieval.
¿Por qué tiene dos colas la sirena?
Hay quien dice que la relación con las dos colas es por ser una figura humanoide, y por consiguiente, las dos colas vienen a representar las dos piernas. De ahí que sea una sirena de cola gemela.
¿Cómo se llama la sirena de Starbucks?
Hay quien dice que la famosa sirena de dos colas de Starbucks es Melusina; un personaje mitológico de origen celta que después fue reinterpretado a modo de cuento medieval. ¿La historia resumida? Melusina es un hada de gran belleza. Se casa con un hombre a quien, a cambio, se le pide que no la vea cuando se baña. El marido rompe el trato y un día descubre que es una sirena de dos colas.
¿Por qué la nariz de la sirena de Starbucks no es simétrica?
Si ampliamos la sirena, podemos ver uno de los elementos más curiosos de la sirena de Starbucks. Esta vez, no nos centraremos en la cola, sino en la nariz y los ojos. A la cara le falta de simetría en la nariz, y es ese rasgo el que le da ese aspecto tan especial; más humano.
De hecho, la falta de simetría es algo bastante habitual en el diseño de logotipos, como podemos comprobar en otros logos famosos, como el Google o Nintendo.
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